Seguramente al leer el título de este post hayas pensado ¿Otro post más con la dichosa Marie Kondo? Y es que desde que salió su ¿documental? sobre limpiar y organizar tu casa, el mundo ha explotado en una fiebre que a nosotros nos vino como anillo al dedo en medio de la mudanza.
Precisamente mientras organizábamos y clasificábamos todo lo que teníamos pensamos que este proceso es muy similar al que se vive cuando se realiza un rediseño y/o migración de una web corporativa o de una tienda online. Y es que cambiar de web, va más allá del cambio estético, es una mudanza de todo tu contenido a una nueva casa.
Este post es el primero de una serie de post, donde explicaremos con todo más profundidad.
Vamos a comenzar por explicarte nuestro método para que sepas identificar fácilmente lo que necesitas saber antes de rediseñar tu web.
Método KonMari vs The Mochi Way
Nosotros somos fans de Marie Kondo (especialmente Rafa, ahora es una de sus nuevas Senseis). Ella enfoca el proceso por el filtro de «¿Esto me hace feliz? (Does it sparks joy?)», este statement está genial para tus cosas, pero en nuestro negocio no podemos guiarnos sólo por la felicidad.

Si has llegado a una fase de rediseño de tu web es porque necesitas un cambio, ya sea por funcionalidad, estilo, crecimiento del negocio, cambio de estrategia, etc.
Los cambios no se deben hacer al tun tún y por impulsos, es necesario pararse y analizarlo todo.
En Wondermochi nos guiamos por 3 preguntas a la hora de hacer limpieza en una web:
- ¿Está alineado con mis valores de marca?
- ¿Me acerca a mi público objetivo?
- ¿Me está ayudando a conseguir mis objetivos?
El Branding como corazón de tu proyecto – ¿Está alineado con mis valores de marca?
En 2019 la marca y el impacto que produce es una de las estrategias más importantes a potenciar. Que la gente se acuerde de ti y te relacione con tus productos y servicios ya no es suficiente. Hoy en día los consumidores y/o seguidores valoran mucho cuáles son los valores y/o ideologías con los que se identifica una marca.
Y no nos quedemos ahí, Google con sus últimos cambios de algoritmo nos está empujando a una era donde el contenido, la autenticidad y la autoridad es cada vez más importante.
Tu página web es uno de los elementos más importantes que representan tu branding. En un rediseño hay que tener muy claro el por qué lo hacemos.
- ¿Estamos cambiando la web porque han cambiado nuestros valores?
- ¿Es el momento de ampliar nuestra marca?
- ¿Hemos crecido y necesitamos que nuestro contenido refleje los cambios internos que hemos sufrido?
Esto es como cuando miras todo tu armario y lo ves lleno de ropa que ya no te representa. ¿Estamos en esa fase? ¿O simplemente necesitamos reorganizar el contenido?
Si la respuesta es negativa, quizás junto al rediseño de tu web, tengas que plantearte que es el momento de un rediseño de tu branding.

Mi cliente ideal, la brújula de tu estrategia – ¿Me acerca a mi público objetivo?
Algo que no me canso de preguntar a nuestros clientes, es quién es su cliente ideal, cuáles son sus miedos, necesidades, sueños e ilusiones. Cuando nos enfrentamos a una renovación (ya sea de marca, web, o catálogo), siempre viene bien volver a los orígenes y revisar nuestros apuntes sobre quién es nuestro cliente ideal.
Podemos preguntarnos
- ¿Hemos aprendido algo nuevo sobre él/ella?
- ¿Sigue siendo siendo mi cliente ideal o ha cambiado?
- ¿Cómo ha interactuado con mi marca o web?
Para ello puedes revisar las conversaciones que has tenido con clientes potenciales, tanto en redes como por email o teléfono. También conviene revisar los datos demográficos que nos proporcionan las estadísticas de nuestras redes sociales y de Google Analytics.
Las conclusiones que saquemos de aquí acabarán influyendo en el diseño, la organización y presentación del contenido. La fotografía, el look&feel, el copy o incluso tu marca necesitarán reajustarse a todo lo que has descubierto con tu análisis.

Decisiones basadas en datos – ¿Me está ayudando a conseguir mis objetivos?
Una tendencia muy natural que tenemos todos, es dejarnos llevar por nuestras impresiones u opiniones a la hora de realizar cambios.

Sí, como lo oyes, pero no podemos olvidarnos que lo que tenemos entre manos es un negocio, y los gustos personales o recuerdos no son los que deben dirigir nuestras acciones.
Tras un tiempo rodando, es necesario revisar cuáles fueron los objetivos que nos marcamos, las estrategias que planteamos para conseguirlos y evaluar si hemos ido en la dirección correcta.
Para ello nos tenemos que valer de datos sobre tu web que podemos extraer de Google Analytics: tiempo de permanencia, páginas más visitadas, perfil demográfico, conversiones realizadas, fuentes de adquisición, dispositivos utilizados, etc.
Y si queremos conseguir información sobre cómo navegan podemos utilizar herramientas gratuitas como Smartlook o Hotjar que nos permite visualizar las sesiones de los usuarios y aprender cómo interactuan con nuestra web y a detectar fugas.
Todas estas herramientas nos ayudarán a evaluarlo todo de cara a la toma de decisiones en frontend (es decir, todas aquellas áreas donde el usuario interactúa) y del backend (funcionalidades específicas después de que se realiza un pedido: generación de facturas, gestión de pedidos, inventario, generar promociones y cupones de descuento, etc.).
De esta manera, cuando vayas a hablar con tu diseñador web, podrás darle información concreta con la tranquilidad de estar tomando las decisiones correctas.
¿Cuándo debo realizar este proceso?
Este análisis conviene realizarlo antes de que hables con todos los profesionales que van a intervenir en el rediseño de tu web. El análisis general que hagas de tu web servirá como hilo conductor para el diseñador web, fotógrafo, copy y seo. Todo el mundo estará en la misma página, con una guía clara y alineada con tu estrategia.
Siguiendo estas 3 premisas podrás analizar todos los aspectos de tu web y decidir si lo conservas, reciclas o desechas.
¿Cómo debo enfrentarme emocionalmente al rediseño de la web?
¿Recuerdas cómo fue tu ultima mudanza?
¿La montaña rusa de emociones que sentiste?
No te voy a mentir, con tu web te va a pasar igual, y entre más grande más tiempo necesitarás.
Todos tenemos problemas organizando nuestra casa, pero la realidad es que es un reflejo del desorden en tu interior.
Pero al igual que dice Marie Kondo, el rediseñar tu web va a conllevar a enfrentarte a miedos, inseguridades y patrones mentales, que sin darte cuentas has trasladado a tu negocio.
El método que te proponemos, te ayudará a poder vivir este proceso de forma más controlada, ordenada y sobretodo más auténtica, sin dejar de lado la estrategia empresarial.
Ahora ya conoces lo que necesitas saber antes de rediseñar tu tienda online o tu web, en el próximo post te explicaremos cuáles son las fases en que puedes dividir el proceso de rediseño web para que te sea más fácil de gestionar y qué áreas debes tener en cuenta.